Historias de la Biblia hebrea
LA NOCHE CUANDO UNA NACIÓN NACIÓ

Historia 23 – Éxodo 11:1-13:22
Mientras que Egipto experimentaba las terribles plagas, los israelitas en la tierra de Gosén, solo sufrían un poco. Por ejemplo, cuando Egipto estaba en tinieblas, el sol brillaba en la tierra de Gosén. ¿Crees que todo esto hizo pensar a los egipcios que el Señor Dios estaba protegiendo a su propio pueblo? Una cosa es segura, los egipcios les dieron oro y plata, y así fueron de la pobreza a la riqueza.

Dios le dijo a Moisés y a Aarón que le dijera al pueblo lo siguiente: “En algunos días saldrán de Egipto, hagan preparativos y estén listos para marcharse”. El pueblo hizo tal y como Moisés les dijo. Después Moisés habló con ellos: “Dios traerá otra plaga a los egipcios, y el faraón los dejará en libertad. Ustedes deben hacer todo lo que Dios les comande al pie de la letra, de no ser así, ustedes sufrirán la plaga como todos los egipcios. A la medianoche el ángel del Señor pasará por todo Egipto, y todo primogénito egipcio morirá: desde el primogénito de la esclava que trabaja en el molino, lo mismo que todo primogénito del ganado, hasta el primogénito del mismo faraón. Pero sus familias estarán a salvo si hacen exactamente como dice el Señor”.

Moisés les dijo exactamente lo que tenían que hacer. Cada familia debía escoger un corderito y matarlo; luego tenían que tomar un poco de la sangre para untarla en los dos postes y en el dintel de la puerta de sus casas. Tenían que asar al fuego el cordero con verduras, y comérselo parados alrededor de la mesa, vestidos completamente y listos para emprender el viaje cuando terminaran de comer. No podían salir de sus casas esa noche porque el ángel del Señor iba a arrasar con cualquiera que estuviese afuera.

Los hijos de Israel obedecieron a Moisés, mataron el cordero, untaron la sangre y cenaron en la noche tal como Dios les había mandado. Esta cena que tuvieron fue llamada “la Pascua”, con esta fiesta recordarían cuando el ángel del Señor los pasó por alto y la plaga no entró a los hogares que tenían la sangre untada en las puertas. Dios mandó que hicieran esta cena especial cada año para recordar la noche en que les salvó la vida. La Pascua se convirtió en una fiesta muy popular para los israelitas.

La muerte del cordero y el derramamiento de su sangre para salvar a la gente de la muerte, ¿qué te recuerda? ¿Esto no te hace pensar en Jesucristo el cordero de Dios, sacrificado por todos?

Esa noche en todo Egipto hubo grandes lamentos, como nunca antes. En cada hogar egipcio murió cada primogénito, hasta el faraón, rey de Egipto vio cómo su hijo mayor moría, y él bien sabía que esto venía de la mano de Dios. Un terror grande llenó a la gente de Egipto cuando veían morir a sus primogénitos. El rey mandó a llamar a Moisés y a Aarón y les dijo: “¡Vete ya, con todo el pueblo que te sigue! ¡Llévense todo y váyanse pronto!”

¡Después de cuatrocientos treinta años, los israelitas tenían libertad! Los israelitas salieron en orden como un ejército, por familias y por tribus, (Éxodo 6:26). Se fueron tan de prisa, que no tuvieron tiempo de preparar comida ni empacar alimentos suficientes para el camino. La masa la dejaron en los recipientes listos para hornear. No les dio tiempo que la masa leudara y, luego de envolverlas en sus ropas, se las echaron al hombro. En memoria de ese día, la ley era de comer el pan sin levadura para conmemorar esa noche. Año tras año, en la misma fecha, cumplirían con esta ley.

El Señor Dios fue al frente de la multitud de Israel guiándolos fuera de Egipto. De día, el Señor iba al frente de ellos en una columna de nube para indicarles el camino; de noche, los alumbraba con una columna de fuego. De esa manera, podían decir: “Nuestro Señor, el Dios de los cielos y de la tierra va al frente de nosotros”. Cuando la columna se paraba, ellos sabían que era hora de descansar, y así echaban sus campamentos esperando hasta que la columna de nube los guiara nuevamente. Cuando la columna se elevaba en el aire, era señal de que tenían que recoger sus campamentos para continuar su camino. La columna era su guía de día y su protección de noche.

¿Recuerdas cuando José murió al final de la historia diecinueve? Les mandó a los israelitas que no lo enterraran en Egipto, sino que lo pusieran en un ataúd. También les pidió que se llevaran sus restos cuando salieran del cautiverio en Egipto, Moisés lo hizo así. ¡De esta manera salieron de Egipto, después de estar allí por cuatrocientos treinta años en total!